II
/Te llamo mandragora
que nutre y destruye
no te ruego
estrellas ni por azar
flores al viento /
me marco un camino equivocado
lo arrastro penando o en vuelo
a veces me seguis
hasta despeñarte
contra mi/
otras te persigo
como una araña de seis ojos
envuelta en su tela.
y repito mantra
"soy una piedra de sal
jadeandote en la nuca
tristezas desconocidas"
Me atrevo al poemario:
ResponderEliminar¿Daga o lanza? Siempre existirá un lugar en la plegaria, donde reclamar al abismo todos los labios, donde una mano deja al rostro incierto en pleno olvido; porque un amante es también exilio y beso nuevo.
Lindo final
Que linda la alquimia de tus palabras,en los pueblos de tradicion oral, la palabra es energia,hace algunos dias desde que nos conectamos, que no haces mas ni menos que regalarme luz.Gracias por tu ternura y tus observaciones siempre constructivas que tengo en cuenta.un abrazo.
ResponderEliminarLa tarea del poeta, poeta, es recrear sonidos con palabras para susurrar al oido de Dios nuestros demonios.
ResponderEliminar"soy una piedra de sal
jadeandote en la nuca
tristezas desconocidas"
exelente!
Gracias por tu caricia poetica Horacio,abrazos.
ResponderEliminarel placer es mio Ema, tengo una estela de perfume en mi trinchera con tu nombre, gracias
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